Michael Jackson tenía implantado desde 2003 un dispositivo que le dosificaba naloxona, una sustancia que ayuda a inhibir el deseo de consumir alcaloides como la heroína y la morfina, a las que el cantante era adicto. La naloxona también se usa para prevenir o revertir los efectos de la sobredosis de opiáceos (narcóticos), los cuales incluyen dificultad para respirar, somnolencia, presión arterial baja y la muerte.De acuerdo con el diario The Sun, el aparato fue encontrado en el cuerpo del Rey del Pop durante su autopsia, pero el hecho apenas se dio a conocer durante el juicio que enfrentan Katherine Jackson, madre de la estrella, y la promotora de conciertos AEG, demandada por negligencia médica al haber contratado a Conrad Murray como médico personal del cantante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario